Un nuevo avance en robótica blanda permite el desarrollo de un robot que suda como un animal: imitando el mismo mecanismo biológico que utilizamos los humanos para termoregularnos.   

Kengoro, desarrollado en la Universidad de Tokio, puede hacer sentadillas, flexiones y extensiones de la espalda rápidamente. Está formado por 116 actuadores, los componentes responsables de mover o controlar el mecanismo. Los actuadores son los músculos del robot. Pueden contraerse de forma muy parecida a los músculos.  Kengoro es unas seis veces más flexible que un humano promedio. Y solo tiene un problema, se calienta demasiado.

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