Música, buscadora de cambios y robot con estilo...

Esto es lo que dice Lil Miquela en su biografía de Instagram.

La influencer tiene 4,9 millones de seguidores en esa red social y además de colgar fotos de su vida, se pronuncia sobre temas como los derechos LGBTQ+ y, por supuesto, promociona marcas de ropa y perfumes.

Es, al igual que muchas otras influencers, bonita, misteriosa y encantadora. 

La diferencia de Lil Miquela es que no es real.

Esta instagrammer fue creada por una computadora y es el ejemplo más famoso del mundo de los influencers virtuales.

Lil Miquela debutó en Instagram en abril de 2016 y durante meses fue motivo de especulaciones y comentarios sobre si era real o no.

Surgieron teorías sobre su procedencia que decían que se trataba de un "truco publicitario de los Sims", o de un "espantoso experimento social".

Finalmente se reveló el secreto sobre quién era Lil Miquela: un anuncio publicitario creado digitalmente.

Y al parecer, eso no pareció importar a sus miles de seguidores.




Cómo es Lil Miquela

Lil Miquela tiene pecas y cabello oscuro. Su feed de Instagram la muestra vestida con atuendos de Prada y accesorios de Chanel, Supreme y Vans.

Según declaró uno de sus publicistas "ella solo ha ganado dinero diseñando y trabajando en colecciones de marcas".

En febrero, la revista Vogue la nombró "la chica ficticia del momento". Pero para sus 4,9 millones de seguidores, lo que hace que Miquela sea más que un maniquí virtual es su trasfondo.

En 2017 lanzó un sencillo, Not Mine, que se hizo viral en Spotify. Miquela utiliza su plataforma para apoyar causas sociales como Black Lives Matter ("las vidas de las personas negras importan") y apoya una organización llamada Black Girls Code, que promueve la formación tecnológica para chicas.




Todo esto tiende a borrar los límites entre la realidad y le mundo virtual que Lil Miquela parece habitar.

 Redacción

BBC News Mundo