Para perfeccionar sus delicados movimientos, la BionicSoftHand utiliza un software de simulación, que le permite emular en una copia digital de si misma los movimientos a realizar incluso antes de hacerlos, realizando múltiples simulaciones antes de realizar los movimientos con la mano real.
Luego, los resultados reales son comparados contra la simulación, y aquellos movimientos erróneos son descartados para no repetirnos nuevamente.
De momento la BionicSoftHand no hace mucho, básicamente está siendo entrenada para rotar un dodecaedro para apuntar una de sus caras pintada con un color mas fuerte hacia arriba.
Sin embargo, Festo apuesta a esta tecnología que, al usar materiales flexibles y livianos, resulta mucho más económica de producir que las manos rígidas con cables tradicionales.
“BionicSoftHand está predestinada para aplicaciones en los espacios de trabajo colaborativos de las fábricas del futuro. Dado que la mano flexible del robot puede agarrar con fuerza y sensibilidad, posiblemente se pueda utilizar en líneas de montaje como una tercera mano de ayuda o también en la robótica de servicio a humanos”.
Solo nos queda la duda de que tan firme sería el apretón de manos que una BionicSoftHand podría darnos. Ya saben lo que dicen sobre los apretones flojos, que indican vacilación, mientras que fuertes, hacen parecer demasiado dominantes.